En el Neolítico, cuando se establecieron los primeros poblados, las personas empezaron a poder tener cosas en las casa, ya que no tenían que cargar con ellas de una cueva a otra. Nos hemos dividido en tribus, y hemos pensado cómo hacer para tener productos que nos faltaban. Rápidamente se nos ha ocurrido una buena solución: cambiar los productos que nos sobran. Así nació el trueque.
Pero el trueque tiene algunos problemas... ¿qué hacemos si yo quiero tus tomates pero tú no necesitas mi pescado? Así fue como nació el primer dinero en nuestra zona: la sal. Era un producto que todas las tribus necesitaban, porque servía para conservar los alimentos. En clase hemos montado un pequeño mercado, y hemos ido a comprar con piedras de sal. Hemos visto que todos los productos no tienen el mismo valor, ya que algunos nos pueden alimentar durante mucho tiempo (como una vaca que nos da leche o una gallina que pone huevos), otros hay que fabricarlos ( como las vasijas de cerámica, el pan o las herramientas) y otros se gastan pronto.
Finalmente, en la edad de los metales se descubrió el oro, y se crearon las primeras monedas. En clase hemos pensado qué precio pondríamos a cada producto, y hemos comparado su valor ordenándolos por precio y viendo cuánto dinero nos gastamos en algunas compras. También hemos pensado lo que nos compraríamos con nuestras monedas.
Los más mayores hemos trabajado con el dinero actual: monedas y billetes de euro. Hemos comprobado nuestros ahorros, cambiando monedas por billetes y contando el dinero que teníamos ahorrado.
Por otro lado, con el grupo de primaria continuamos con el sentido del tiempo, esta vez aprendiendo a leer el reloj con las horas en punto y la hora y media.
Con estas actividades estamos trabajando el sentido numérico, conteo, comparación de cantidades y cálculo mental, el pensamiento relativo y el consumo responsable.
Si queréis reforzar estos contenidos en casa podéis realizar las siguientes actividades-juego:
- Montar un mercado en casa, negociando el intercambio de productos o poniendo un precio para comprar y vender.
- Fijaos en los precios cuando vayáis a compara en familia: ¿qué fruta cuesta menos dinero?, ¿cuánto valen las galletas del desayuno?
-Clasificad las monedas o billetes de la hucha, contamos cuántos tenemos de cada tipo, y para los más atrevidos podemos intentar contar cuánto dinero tenemos ahorrado.
- Fijaos en la hora, en la posición de las agujas del reloj, viendo cómo cambian a lo largo del día. También lo podéis usar para delimitar el tiempo en vuestras actividades cotidianas: "cuando la aguja grande llegue al 6 se acabará el tiempo de / comenzaremos a cenar / saldremos de casa....".
¡Hasta la próxima entrada!
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